Con la Vale hemos sido amigos desde hace ya muchos años. Nos conocimos cuando recién iniciaba el siglo, porque compartimos clases entre cuarto y octavo básico, y aunque hace más de diez años dejamos de ser compañeros de colegio seguimos en contacto siempre. Testigo de todos los cambios que han tenido mi cabello y mi barba, y compañera de muchas tardes de angustia adolescente. En la media, cuando estábamos en colegios separados por sexo, sus amigas fueron prácticamente las únicas chiquillas que conocí (su liceo y el mío estaban muy cerca). Una vez nos llevaron detenidos por estar dentro de su liceo, que estaba en toma -creo que su mamá nunca me ha perdonado por eso-, quizás algún día haga un cómic al respecto. Somos dos personas MUY distintas. Ella ama viajar (de cada lugar que ha visitado me ha traído un recuerdito), baila muy bien, y no piensa tener hijos. Yo odio viajar, bailo pésimo y pienso repoblar este planeta. Ella optó por cursos humanistas en la media y por una carrera más biológica en la universidad, yo opté por cursos biólogos en la media y por una carrera más humanista en la universidad. Sin embargo, de alguna forma nos llevamos bien. Creo que eso pasa cuando la gente se quiere y no se exige nada.
Lápiz pasta sobre papel, 20 de diciembre del 2016.
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