Chileno-Uruguayo

Del fanzine Tánatos, ilustración para el texto de don Ángel

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Recuerdos

De caminar lento, ahuecada la voz, voy encontrando la vida como algo que aparece en el ocaso, para decirme que ha sido mi compañera fiel, por largos y ochenta y dos años.

A diferencia de muchos, siento alegría de verme niño aún, acompañando a mi padre en una cacería informal que enrollará a lomo de caballo varias liebres ensangrentadas aún.

De vuelta al hogar, encontraré a ese niño, con cara de niño mayor, recorriendo charcos como diría mi padre “a pata pelá”.

Engarzando historias junto a mi más fiel amigo de esos inocentes años, mi “ANDROCLE”, mi perro, que un día se durmió recostado en mis piernas entregándome el último aliento con cariñosa mirada.

Y otra vez; viviendo aún, en un pequeñito y furtivo pueblito de mi querido Uruguay, gocé quitándole a los charcos, juguetonas mojarras y escondidas ranas, que fueron alegrías incontenibles de una cabecita rubia con olor a campo.

Y sucedió un día… abandoné mi patria para abrazar otra bandera, que me otorgó, familia y por ende, alegría y paz.

El destino del hombre, estaba dado.

Había llegado por fin ese hombre con esfuerzos y ambiciones. A ese mismo hombre, que hoy quiero y abrazo porque siempre estuvo en mí. Que me enseñó a mirar la vida desde la perspectiva divina, para que no olvidara que mi presencia humana es un regalo de Dios.

Quisiera decirles a ustedes mis nuevos amigos, de este café literario que he tratado de engarzar una pequeña parte de mi historia; teniendo siempre presente que la vida es para una sola vez y por ello, debemos estar atentos mientras la recorremos.

Ángel Bozzano

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Dibujo: Tiralíneas y lápices tombow sobre papel bond. Jueves 15 de junio del 2017.